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martes, 10 de noviembre de 2015

PETRARCA

 Biografía

LA POESÍA PETRARQUISTA:

El Petrarquismo  nace fruto de la lírica de dos tradiciones anteriores: la poesía trovadoresca y la de la escuela stilnovista.

  1. Poesía trovadoresca o provenzal. Las composiciones de esta escuela respondían a modelos sociales típicamente medievales: el poeta (vasallo) consideraba su amor como servicio a la dama (señor). Se trataba de un amor imposible porque el enamorado pretendía a una dama inalcanzable tanto por estar casada como por pertenecer a un estamento social superior. Esta circunstancia imponía el tono contenido en la expresión de los sentimientos.
  2. Il dolce stil nuovo. El nuevo estilo eliminó la relación de vasallaje e incorporó el motivo del poder beatificador de la amada y su influjo espiritual sobre el amante. La mujer es la mensajera  de Dios y  compendio de lo celeste.
Petrarca añade a estas tradiciones elementos innovadores:

  • El poeta se complace en el análisis pormenorizado del proceso amoroso y acentúa la idea del amor como conflicto íntimo, expresado por medio de sentimientos contradictorios.
  • Se humaniza la figura de la amada; la describe físicamente, exalta su belleza y enaltece su virtud.
  • La naturaleza interviene en el proceso amoroso ("locus amoenus").
  • Petrarca utiliza la poesía para confesarnos sus más íntimos pensamientos, para sincerarse y mostrar  sus sentimientos.

OBRAS:
 Nuestro autor  italiano tiene obras compuestas en latín y en toscano.
  1. En latín: compuso églogas y epístolas, pero sus producciones más destacadas son Secreto (breve escrito en prosa latina, testimonio de una profunda crisis interior del poeta; escrito unos diez años después de la muerte  de Laura); De vita solitaria (defiende una dedicación a la naturaleza, al estudio y a la oración).
  2. En toscano:
  •  Cancionero, más de 366 poemas que el poeta elaboró a lo largo de su vida . de ellos, 317 están dedicados a su enamorada, Laura. La amada es presentada como un ser lleno de virtudes y belleza. Sin embargo, encierra el defecto de la falta de piedad hacia el poeta, lo que la convierte en su "dulce enemiga". Es una mujer real que provoca en él una explosión de amor que le lleva a cantar su hermosura y a lamentarse por una relación imposible. Tras su muerte, la amada pasará a ocupar un lugar en el Paraíso, aunque en el recuerdo del poeta será un ser humano y no un ángel.
          El libro se estructura en dos partes: Rime in vita,reúne las composiciones elaboradas en vida de               Laura; Rime in morte, se recogen los textos compuestos tras el fallecimiento de su amada.
  • Los Triunfos, poema alegórico escrito en tercetos encadenados (influjo de Dante)                    

Solo para los más atrevidos, si queréis disfrutar con la lectura del Cancionero petrarquista, pinchad en el siguiente enlace:

CANCIONERO



ANTOLOGÍA DE TEXTOS:

En la muerte de Laura

Sus ojos que canté amorosamente,
su cuerpo hermoso que adoré constante,
y que vivir me hiciera tan distante
de mí mismo, y huyendo de la gente,

Su cabellera de oro reluciente,
la risa de su angélico semblante
que hizo la tierra al cielo semejante,
¡poco polvo son ya que nada siente!

¡Y sin embargo vivo todavía!
A ciegas, sin la lumbre que amé tanto,
surca mi nave la extensión vacía...

Aquí termine mi amoroso canto:
seca la fuente está de mi alegría,
mi lira yace convertida en llanto.
Fue el día en que del sol palidecieron...

Fue el día en que del sol palidecieron
los rayos, de su autor compadecido,
cuando, hallándome yo desprevenido,
vuestros ojos, señora, me prendieron.

En tal tiempo, los míos no entendieron
defenderse de Amor: que protegido
me juzgaba; y mi pena y mi gemido
principio en el común dolor tuvieron.

Amor me halló del todo desarmado
y abierto al corazón encontró el paso
de mis ojos, del llanto puerta y barco:

pero, a mi parecer, no quedó honrado
hiriéndome de flecha en aquel caso
y a vos, armada, no mostrando el arco.
No tengo paz ni puedo hacer la guerra...

No tengo paz ni puedo hacer la guerra;
temo y espero, y del ardor al hielo paso,
y vuelo para el cielo, bajo a la tierra,
nada aprieto, y a todo el mundo abrazo.

Prisión que no se cierra ni des-cierra,
No me detiene ni suelta el duro lazo;
entre libre y sumisa el alma errante,
no es vivo ni muerto el cuerpo lacio.

Veo sin ojos, grito en vano;
sueño morir y ayuda imploro;
a mí me odio y a otros después amo.

Me alimenta el dolor y llorando reí;
La muerte y la vida al fin deploro:
En este estado estoy, mujer, por ti.

Paz no encuentro ni puedo hacer la guerra,
y ardo y soy hielo; y temo y todo aplazo;
y vuelo sobre el cielo y yazgo en tierra;
y nada aprieto y todo el mundo abrazo.

Quien me tiene en prisión, ni abre ni cierra,
ni me retiene ni me suelta el lazo;
y no me mata Amor ni me deshierra,
ni me quiere ni quita mi embarazo.

Veo sin ojos y sin lengua grito;
y pido ayuda y parecer anhelo;
a otros amo y por mí me siento odiado.

Llorando grito y el dolor transito;
muerte y vida me dan igual desvelo;
por vos estoy, Señora, en este estado.


A una joven en un verde laurel

Vi más blanca y más fría que la nieve
que no golpea el sol por años y años;
y su voz, faz hermosa y los cabellos
tanto amo que ahora van ante mis ojos,
y siempre irán, por montes o en la riba.

Irán mis pensamientos a la riba
cuando no dé hojas verde el laurel;
quieto mi corazón, secos los ojos,
verán helarse al fuego, arder la nieve:
porque no tengo yo tantos cabellos
cuantos por ese día aguardara años.

Mas porque el tiempo vuela, huyen los años
y en un punto a la muerte el hombre arriba,
ya oscuros o ya blancos los cabellos,
la sombra ha de seguir de aquel laurel
por el ardiente sol y por la nieve,
hasta el día en que al fin cierre estos ojos.

No se vieron jamás tan bellos ojos,
en nuestra edad o en los primeros años,
que me derritan como el sol la nieve:
y así un río de llanto va a la riba
que Amor conduce hasta el cruel laurel
de ramas de diamante, áureos cabellos.

Si no es amor, ¿qué es esto que yo siento?
Mas si es amor, por Dios, ¿qué cosa y cuál?
Si es buena, ¿por qué es áspera y mortal?
Si mala, ¿por qué es dulce su tormento?

Si ardo por gusto, ¿por qué me lamento?
Si a mi pesar, ¿qué vale un llanto tal?
Oh viva muerte, o deleitoso mal,
¿por qué puedes en mí, si no consiento?

Y si consiento, error es quejarme
Entre contrarios vientos va mi nave
-que en alta mar me encuentro sin gobierno-

tan leve de saber; de error tan grave
que no sé lo que quiero aconsejarme
y si tiemblo en verano, ardo en invierno.

Bendito sea el año, el punto, el día,
la estación, el lugar, el mes, la hora
y el país, en el cual su encantadora
mirada encadenóse al alma mía.

Bendita la dulcísima porfía
de entregarme a ese amor que en mi alma mora,
y el arco y las saetas, de que ahora
las llagas siento abiertas todavía.

Benditas las palabras con que canto
el nombre de mi amada; y mi tormento,
mis ansias, mis suspiros y mi llanto.

Y benditos mis versos y mi arte
pues la ensalzan, y, en fin, mi pensamiento,
puesto que ella tan sólo lo comparte.



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