Puesto que el próximo 17 de este mes se celebra el día contra la homofobia, se creyó conveniente trabajar en clase, como contenido transversal, las relaciones existentes entre homosexualidad y literatura, circunscribiéndolas al periodo comprendido entre siglos XIX y XXI . Numerosas son las voces con las que se enriquece el mundo de las letras: autores nacionales (Lorca, Cernuda, Prados,...), extranjeros (Wilde, Proust, Capote,..); actuales (Elvira Satre..), o más alejados en el tiempo (Patricia Higsmith), todos comparten o han compartido el deseo convertir a la poesía, al teatro o a la novela en los medios idóneos para proclamar sus sentimientos, en muchas ocasiones, atormentados y vividos de manera clandestina. Rendimos desde aquí nuestro pequeño homenaje a todos ellos y, por supuesto, a aquellas personas que, de manera anónima, viven y sufren la intolerancia de los que gustan de etiquetas.
Muchos de nuestros alumnos de Literatura Universal han realizado excelentes trabajos. A lo largo de esta semana iremos publicando una selección de los mismos. Os dejo un texto creado por Jorge Alarcón. Disfrutadlo y, sobre todo, reflexionad sobre su mensaje
Pasé
parte de mi vida encadenado, escapando al único sitio en el que podía sentirme
libre: mi propio reino creado a partir de los sueños y sentimientos que no
podía alcanzar. La vida real, convertida en una pesadilla monocromática, una pesadilla
que se repetía en bucle una y otra vez como un macabro thriller de los años 90,
me ahogaba. No fueron pocas las veces que quise detener ese bucle y tampoco
fueron pocas las veces que pensé en detenerlo de la forma más drástica posible,
¿Quién querría vivir en un mundo así? Un mundo de pesadillas y desilusión…
Un
día… Me di realmente cuenta de lo que mi existencia significaba, alguien me
dijo: “chaval, por muy malos que sean los días, por muy vacío que te sientas,
por mucho dolor que tengas acumulado… Tú tienes el poder para borrar todo eso
de un solo plumazo; piensa en los bellos colores del mundo que te estás
perdiendo, piensa en todas las bellas cosas que te quedan por descubrir. No
tengas miedo de extender esas preciosas alas, y no tengas miedo de ser colorido
y libre porque solo tú tienes el poder para cambiar esta oscura vida por una
mucho más brillante”.
Ahora
yo te lo digo a ti. Puedes cambiar tu vida, puedes brillar tanto como quieras
sin que nadie te pise, puedes alzar la voz sin miedo a que te callen o el vuelo
sin miedo a ser derribado. Solo tú puedes llegar a ser tú mismo. Solo tú puedes
conseguir que el mundo sepa que estás ahí.
Otra muestra de los estupendos y reivindicativos textos de Islam Noa:
Hoy no vengo a exponer la vida de un escritor conocido, ni a explicar una obra relacionada con el tema que se está tratando el día de hoy.Podría hablar de Oscar Wilde, Yukio Mishima, Federico García Lorca, Marcel Proust o de Truman Capote, los cuales, eran autores famosos, homosexuales o bisexuales, que tuvieron amantes de su mismo sexo.
El 17 de mayo se celebra el día en contra de la homofobia, la transfobia y la bifobia, contra las que por desgracia, a día de hoy se sigue luchando.
El 17 de mayo se convirtió en el día contra la discriminación del colectivo LGTB porque fue una de las pocas veces que por fin la Organización Mundial de la Salud tuvo dos dedos de frente para eliminar una idea totalmente absurda, la de que la homosexualidad es una enfermedad mental.
Este tipo de sucesos se celebran como si fueran logros, cuando lo mejor que se puede hacer es normalizarlos, pero la realidad es que no se puede normalizar algo cuando va cada vez a peor, ¿verdad?
Muchas personas intentan hacer ver que la homofobia ha desaparecido o que todos somos muy libres de elegir, sin embargo, no se puede hacer ver que algo está bien cuando te están parando por la calle para darte una paliza, juzgando o prohibiendo cosas que a otros no por el simple hecho de ser quien eres o tener una determinada orientación sexual.
Por eso, hoy, en lugar de hablar de escritores pertenecientes al colectivo LGTB o que escribieron sobre él, prefiero ser yo la que escriba sobre personas a las cuales apagaron su voz por tomar las riendas de su vida y luchar contra una sociedad homófoba.
El día de hoy quiero que recordemos a todos aquellos chicos y chicas transexuales, bisexuales u homosexuales que se quitaron la vida o están sufriendo acoso solo por vivir la vida a su manera.
Esto llega a extremos intolerables, que a simple vista no se aprecian, pero que si se ven con detenimiento cualquiera se daría cuenta de las barbaridades que el ser humano puede llegar a cometer.
Imaginad lo que un chico de tan solo 17, 16 o incluso 11 años ha tenido que pasar para llegar a tales extremos. Un suicidio de alguien que se ha quitado la vida porque otros le han empujado a ello, no es un suicidio, es un asesinato.Y no es necesario ponerse en el lugar de sus padres o sus familias para entender esto, solo hace falta un poco de empatía. Imaginar que la persona que más amas en el mundo se odia porque otros le han hecho odiarse. Pero la gente se lo toma a la ligera cuando realmente están jugando con la salud mental de otros.
Por mencionar estos temas podemos hablar de Rachel, una chica de 23 con un futuro muy prometedor.La chica aguantaba a diario a personas que trataban de hacerle la vida imposible por pertenecer al colectivo ya mencionado. Ella ponía gran cantidad de mensajes en sus redes sociales dando a entender que iba a suicidarse ya que tenía graves problemas de depresión, y la gente, en estos casos, tiende a pensar que lo hacen para llamar la atención y no, no se equivocan. Por supuesto que se trata de llamar la atención, de buscar una vía de escape en personas que les digan que todo va a ir bien y que no tiene por lo que preocuparse, por el contrario, Rachel recibía mensajes como el que una vez le dejó uno de sus seguidores en redes sociales: “volverás a conectarte en unos días para regodearte del drama que has creado”. Pero Rachel nunca volvió. Se suicidó tirándose de un puente.
La gente cuestiona que si la homosexualidad fuese algo normal no les costaría tanto a las personas hacer saber a los demás acerca de su orientación sexual, cuando el problema realmente está en que ese miedo a decirlo se lo ha creado la propia sociedad.
La realidad es que, como seres humanos, damos pena. Luchamos durante siglos por los derechos humanos para que acabaran por no ir más allá de un papel.
Damos mucha pena ahora y la hemos dado siempre, cuando a Lorca lo asesinaron el 18 de agosto de 1936 hasta el siglo XXI donde se nos juzga condenándonos al suicidio.
Doy gracias de que hay algunos que no olvidamos, no olvidamos el asesinato de Lorca por su orientación sexual, o que no pudo decir abiertamente que era homosexual dedicándose a darlo a entender en sus obras. No olvidamos, centrándonos en la literatura, a todos aquellos poetas hombres y, sobre todo mujeres, a los que hasta se les llegaba a quitar el derecho humano más importante de todos solo por elegir su condición sexual: el derecho a la vida.
Dicen que somos libres. Libres de amar, de querer, de elegir nuestra vida, pero luego tu condición sexual es un insulto para la sociedad.
Somos libres. Sí… seguro que lo somos. Lo somos hasta que existe él y él o ella y ella. Lo somos hasta que una mujer decide darle el beso de buenos días a otra mujer, hasta que un hombre decide que quiere llevarse a la cama a otro hombre, o hasta que nos enamoramos hoy de un hombre y mañana de una mujer.
Pero como todos dicen… si al final todos somos humanos, ¿no?
Lo malo es que hay demasiados humanos para tan poca humanidad.
CUANDO LA HOMOSEXUALIDAD SE CONSIDERABA UNA ENFERMEDAD.